04 septiembre 2007

 

Odisea en Ikea

Ahora mismo estoy al teléfono con uno de los señores Ikea. Sí. Ahora. Esto quiere decir que me han dicho... "un momentito" y me han dejado con un precioso "Sonido del silencio":



Esto me permite actualizar el blog un momentillo y comentar la anécdota sobre Ikea que me ha llevado a esta situación de quedar colgado.

Antes de continuar Un muy amable señor Ikea ha respondido y me explica que todavía no sabe nada de los tornillos, pero que no me preocupe que me llamarán. Una frase qeu he escuchado tres veces hoy en diversos ámbitos.

Sin más preámbulos pasaremos entonces a explicar nuestra gran

ODISEA en IKEA

En

una galaxia

muy muy lejana

una pareja recién acomodada

en la casa en la que el BBVA les deja vivir,

necesitan espacio para colocar nuevos trastos....

Episodio IV: Una nueva estantería

Día 1, 11 de la mañana

El científico loco termina de desayunar junto a su loquita. En el momento justo en que Marte, Júpiter y el cometa Halley se alineaban formando una aciaga señal él le dice:

EL: Oye, ¿sabes? estoy pensando que necesitaríamos una estantería y quizás unos... cajones [sonido de ominoso trueno] De esa forma podríamos ordenar por fin la habitación donde hemos amontonado todos los trastos

ELLA: Qué buena idea... podríamos ir esta tarde al...[rayo múltiple cae en el pararrayos de enfrente] IKEA

De esta manera aparentemente sencilla comenzaba nuestra aventura. Efectivamente, los dos cientifiquitos salimos con nuestro destartalado coche de 20 años de antigüedad y módico precio en busca de la estantería y los cajones deseados.

Para poneros en situación, la habitación ya contaba con una estantería de madera que compramos hace unos añitos para colocar todos mis... tessssoooorrrooosss. O se, mi modestísima colección de tebeos (o en palabra de la loquita, esa magnífica futura fogata).

En el momento fatídico, el suelo de la habitación en cuestión estaba poblado por todos los libros que no habían cabido en sus estanterías o que, en opinión de una parte del matrimonio que no mencionaré: "No quedan bien en el comedor". Además de esos libros, había una cantidad todavía sin identificar de objetos que no cabían en las categorías de "Libros" o "Ropa" y por tanto su emplazamiento estaba aún por decidir.

En estas condiciones llegamos al

Día 1, 13:00 horas

El Ikea de Hospitalet es por lo general un sitio desagradable, por lo lleno de gente. Sin embargo, siendo Agosto y en Barcelona este primer escollo estaba casi salvado. El segundo problema habitual en Ikea es que realmente no sabes lo que quieres, así que tienes que recorrer todas las exposiciones y acabas por comprar una sarten y unas cubiteras con forma de plátano qeu "estaban muy baratas".

Este segundo problema tamíén estaba resuelto, así que llenos de optimismo nos acercamos a la sección de... ESTANTERÍAS [Nuevo y de veras ensordecedor trueno].

Fabuloso, comenzamos la búsqueda de nuestro mueble deseado... pero aquí es realmente donde comienzan las desventuras. En un matrimonio, comprar "una estantería" no siempre significa lo mismo para las dos partes. Yo, como científico loco, tenía en mente una definición un poco demasiado cerrada del asunto... un mueble con cinco maderos que hagan de armazón, unos tableros qeu hagan de estanterías, unos pocos rieles para los cajones... y ahí me quedaba. Sin embargo, la definición de la loquita es un poco más abierta y engloba muchas variacioens del tema.

Por otra parte, en su caso hay un concepto que estaba muy claro y que, en mi caso no lo estaba tanto: el COLOR.

EL: Bueno, ¿qué te parece ésta? - Señalando a cinco maderos con algunos tablones

ELLA: Fatal! No hace juego con la otra estantería...

EL: Bueno, ¿y ésta? - Señalando a cinco maderos con algunos tablones exactamente del mismo color que la otra estantería (ya sabemos que como no existe formula matemática para combinar colores, la única posibilidad es escoger EL MISMO color).

ELLA: Fatal! No me gusta ese color

EL: Pero... pero... si es el mismo que la otra.

ELLA: Ya, pero es que no me gusta la otra estantería para empezar... ¿POR QUÉ NO LA CAMBIAMOS YA DE PASO?

BABOOOOOM!!!!!! Los efectos gravitatotios de los astros combinados con los mortíferos rayos han ionizado el ambiente del Ikea...

(Continuará...)


02 agosto 2007

 

Fases (y 2)

Como decíamos ayer...

Tenemos nuestro sistema cuántico, lo vamos cambiando y lo volvemos al punto inicial. Misteriosamente, el estado cuántico no es el mismo.... ¿Cómo puede ser? Hemos vuelto al punto inicial.

Pero ayer comentábamos, que la descripción matemáticasde los estados cuánticos usa números complejos, mientras que las medidas que nosotros podemos hacer nos dan respuestas que son reales. En realidad es esto lo que sucede. El sistema cuántico puede adquirir una fase. Cuando medimos nuestro estado cuántico, esta fase no aparece (sólo podemos medir números reales, os ea, el módulo de un número complejo, no su fase).

Pero si no la podemos medir, ¿cómo podemos saber que el estado cuántico ha adquirido esta fase? Pues los científicos han encontrado una manera: comparando el estado inicial, con el estado después de haber "evolucionado". Así, se preparan dos sistemas idénticos. Uno se queda fijo, mientras que el otro lo vamos cambiando hasta que vuelve al estado inicial. Después conparamos los dos estados con un interferómetro, que nos puede decir si los dos estados tienen la misma fase o no (¡fijaos! de nuevo una medida que nos da un número real, aunque de ella inferimos la diferencia de fases).

Curioso, ¿eh? Bueno, esto se la base de muchos fenómenos curiosos, por ejemplo el famoso efecto Aharanov-Bohm, del que quizás al´gún día, si estoy suficientemente borracho os hable.

Pero a lo que yo venía, era a contaros que esta fase que el estado cuántico va adquiriendo a medida que cambia tenía hasta el momento dos explicaciones: una dinámica, o sea, debida a cómo hacemos cambiar el estado y una geométrica, debida no ya a cómo cambia el sistema, sino a una cantidad geométrica asociada con el recorrido que hace el sistema (por ejemplo la superficie que abarca la trayectoria del sistema).

En los artículos que enlazaba ayer, además, comentan de otra posible fuente para esa fase... que sea una fase... topológica. Es un poco complicado explicar sin matemáticas que significa cada término, pero una fase topológica significa que hay trayectorias que no aportan nada a esta fase y otras trayectorias que sí. Por ejemplo, imaginaos que nuestro sistema es un átomo y que la evolución es simplemente que de alguna forma lo movemos por una superfície. En la superfície hay un agujero, por el cual el átomo no puede pasar. Si en este sistema hubiese una fase topológica, querría decir que las trayectorias que no encierran al agujero, no tendrían ninguna fase adicional y las que sí encierran el agujero, sí tendrían esa fase.

¿Complicado? Pues sí, a mí me parece complicado, aunque eso no quiere decir que no sea interesante. Sin embargo, el que sea complicado me deja un cierto regusto amargo. Y más aún cuando resulta que todas esas fases: dinámica, geométrica y topológica, al menos en el sistema que estudian los autores de los artículos... ¡siempre acaba sumando lo mismo (pi=3.1415...)! Entonces mi sentido arácnido empieza a tintinear, y me pregunto si no habrá una explciación más sencilla para todas esas misterosas fases...

01 agosto 2007

 

Fases: dinámicas, geométricas... ¿topológicas?

Recientemente me he estado mirando estos artículos

http://arxiv.org/abs/quant-ph/0608114
http://arxiv.org/abs/0704.0893

A todos vosotros lectores casuales, no avezados en las sofisticaciones matemáticas de la Física, os la traerá al pairo las fases dinámcias y topológicas y esas cosas. Lo cierto, es que yo tampoco estoy muy decidido sobre si el tema me parece interesante o no. Pero si es cierto, que me parece curioso.

A ver si logro explicarme. Con la mecáncia cuántico describimos la naturaleza a base de lo que llamamos "estados cuánticos". El concepto debería ser sencillo, ya que la palabra "estado" la utilizamos usualmente para el mismo concepto. Sin embargo, los estados cuánticos son un poquito más complicados que los que usamos en el lenguaje diario. En principio, su descripción matemática no es trivial, ya que utiliza números complejos. Los números complejos no nos son familiares, porque curiosamente cualquier cantidad que medimos en física es un número no complejo (real).

Parece que los engranajes de la naturaleza funcionan con números complejos, pero las respuesta que nos da cuando le preguntamos son siempre con números reales. ¿Es quizás porque nuestros sentidos son sólo capaces de medir números reales? ¿Quizás es simplemente nuestra forma de entender la Naturaleza con esos números complejos?

Me pierdo.

El caso es que cuando un sistema cuántico evoluciona, cambia de estado. Por ejemplo, imaginemos que tenemos nuestro sistema completamente aislado y de pronto, puf! activamos un campo magnético o un campo eléctrico, entonces nuestro sistema cambia, evoluciona, y su descripción matemática, o sea el estado cuántico, cambia consecuentemente.

Ahora viene la parte divertida. Imaginaos que este científico loco activa el campo eléctrico y hace que el sistema con el que trabaja (un átomo, un electrón, lo que querais), vaya cambiando de estado continuamente, evolucionando hasta dar la vuelta y volver al punto inicial. Parecería que el sistema tiene que estar en el mismo estado inicial... vamos, por definición, si hemos vuelto al punto inicial, el estado del sistema debería ser el mismo.


Pues... MEEEECCCCC error. No es así.

Mañana la solución.

 

Una nueva esperanza

Llevo una temporada un tanto desilusionado con la ciencia y con mi vida. He empezado y no he acabado varios libros, un montón de artículos, algunos cálculos... y un blog.

¡Qué cosas! ¿La falta quizás de motivación? Es cierto que el trabajo últimamente se está convirtiendo en una cuesta arriba contínua. Cada vez que me entran ganas de que me entren ganas, sucede algo y parece como si me pusiese yo solo un palo entre las ruedas.

Bueno, el libro de psicología que tengo empezado y que no he acabado me dice que una de las reglas de la automotivación es ahcer un anuncio público sobre los objetivos que te planteas. Es un tanto difícil explicar aquí los objetivos que me marco a corto plazo, pero al menos quiero dejar aquí constancia, gritando como aquel que dice en el desierto, que actualizaré este blog al menos tres veces a la semana, con las cosas que me hayan parecido interesantes, simpáticas o alarmantes. De esa forma, al menos dejaré constancia de una cierta evolución en mi vida.

El científico loco del castillo de los Cárpatos ha muerto.

¡Viva el nuevo viejo científico loco!

BWAHAHAHAHA!

22 septiembre 2006

 

Un día malo

El científico ha tenido un día terrible. Durmió solo tres horas, ya que a las cuatro de la mañana, una combinación de una tormenta centroeuropea y su ancianidad, le sacó de su agitado sueño. En el laboratorio, a eso de las diez se dio cuenta de que las ratas a las que les cambió los ojos, para estudiar su percepción, se habían escapado de las jaulas. Hacia el mediodía se acercó a la cocina y descubrió que el pan duro que tenía para comer había desaparecido ¡Malditas ratas! ¡y que no podían ver, me decían!, así que se tuvo que conformar con algo de carne seca y rancia. Por la tarde, se dio cuenta de un error en sus cálculos, al confundir un signo menos con un guión, lo cual invalida todos sus resultados posteriores. Ahora, se ha decidido a abandonar el trabajo por hoy ¡Cuando no se puede, no se puede!. Ha subido a la almena de su castillo y se dispone a lanzar un monólogo en voz alta a la tormenta, como buen loco que es.

¡Por Júpiter! que desde aquel día aciago del cataclismo, no he tenido otro día peor en los años que he malvivido aquí. ¿Y por qué me acordaré ahora del cataclismo? !Por las barbas de Neptuno¡ Es lo que me faltaba para acabar un día tan fatídico. Ya sólo me faltaría recordar a mi Yocasta... ¡Por Hécate! ¡no!, ¿no es tortura suficiente? ¿No me flagelo en demasía con trabajar dieciocho horas en mi laboratorio, sólo para olvidar?... y ahora me devuelves la memoria... ¡No! no quiero recordar.

Mejor pienso en esas malditas ratas... Sí, ratitas... recuerda y olvida... recuerda el día que se te ocurrió la idea... Y olvida el día que perdiste el alma. Ideas... las ideas que te proporciona esa fuente inagotable, que es el libro de Psicología que estás leyendo.

Sí... aunque mi capacidad de sorprenderme va disminuyendo a marchas forzadas, no pude dejar de sonreír, cuando leí lo que le habían hecho a esos sapos y a esas gallinas...

Je, je... sí... les sacaron los ojos y se los pusieron del revés... sí, je, je... todo para experimentar con la percepción de las cosas. ¿Podrían volver a recuperar el sentido de lo que estaba arriba y lo que estaba abajo? ¿Podrían aprender de las nuevas sensaciones y redirigir sus movimientos de acuerdo con ellas? ¡Pues resultó que NO!

No!! jajajaja... De alguna forma, esos sapitos no pudieron volver a coordinar sus movimientos correctamente. ¡Cuando veían una mosca volando por encima suyo, lanzaban la lengua hacia abajo! jajajaja ¡hacia abajo! arriba y abajo... jejeje

Sin embargo, ¿qué me dices de esos investigadores que se pusieron las gafas que les hacían ver el mundo cabeza abajo? ¡Un mes! ¡Un mes las llevaron puestas! Si yo fuese más joven... coj..coj.. Maldita lluvia... ¡Por Perséfone y Urano! Pues estos investigadores, consiguieron adaptarse... ¡Adaptarse! Después de los mareos y náuseas iniciales... al final consiguieron distinguir arriba y abajo... e incluso esquiar... ¡Esquiar!

¿Y tu idea? Pues ir más allá... la ciencia es ir más allá... tenemos que ir a los límites de la percepción... Así que les he cambiado los ojos a mis ratitas.. Se los he cambiado por unos de mono... jejeje... lo mas tedioso conectar cada nerviecito a cada célula... dos añitos... jeje... Malditas ratas... ¿dónde estáis? Por Belcebú...

Renqueando, va el anciano hacia las escaleras. Empapado por la lluvia, su rostro es iluminado por un relámpago cercano. Si alguien lo pudiera ver... De hecho, si esos ojos de mono que lo están observando tras una piedra, tuviesen entendimiento, quizás descubrirían que en esa mirada perdida, todavía, ahí atrás, en el límite de la consciencia, está el recuerdo que quiere a toda costa olvidar. Ese recuerdo que intenta apagar cuando lanza esa risotada.. Ratitas... que a su vez es apagada por el trueno.

21 septiembre 2006

 
El científico loco sale de su húmedo y lóbrego laboratorio. Laboriosamente se acerca a su sillón preferido, con vistas a los Cárpatos. Se seca las manos llenas de aceite y un líquido oscuro y espeso indeterminado, con la bayeta que tiene a ese efecto. Se recoloca las gafas, a punto de suicidarse desde el precipio de su nariz. Emite un quejido por los achaques de su espalda y se pone a meditar sobre el artículo que había recientemente leido de Oriana Fallaci.

El pasarme tantas horas con mis ratas, mis tornillos, mis engranajes y mis galvanómetros, me evita tener que preocuparme por según qué cosas. Sin embargo, no puedo evitar sentirme confundido con Oriana Fallaci. ¿Cómo se pueden dar tan alegremente ciertas opiniones sin sonrojarse?

La edad nos hace ir volviéndonos cada vez menos transigentes, es cierto, pero criticar a toda una religión de más de mil años de antigüedad, por lo que hayan hechos unos pocos de sus miembros, ¿no es tomar el todo por la parte más corrupta? ¿No hay ningún cristiano que haya cometido faltas tan o más graves que los musulmanes que derribaron las torres? ¿No hay ningún tibetano que haya asesinado, ningún niño que haya secuestrado o torturado? ¿Son por tanto todos los cristianos, los tibetanos y los niños unos seres viles?

¡Ay! qué viejo estás.... tan viejo, tan dedicado a tus estudios, que no puedes comprender el patriotismo que esta señora tan alegremente exalta. ¡Oriana! empiezas tu artículo de forma tan visceral, atacando a todos esas personas que de alguna forma u otra se alegraron de la destrucción de las torres, y de la muerte de sus habitantes. A mí, que ya casi no consigo sentir ni un ápice de nada, la caida de las torres me resultó indiferente, al igual que me resultan indiferentes los atentados en Irak, o los muertos de los maremotos en Indonesia. Ya sólo consigo sentir calor en mi cuerpo (si el diablo me devolviese mi alma...) cuando logro comprender los entresijos de la producción de pares de kaones. Así que, que la gente se alegrase o se apenase me parece algo igualmente curioso. ¿Qué beneficio puede encontrar un palestino en que se mate a un americano? pero al contrario ¿por qué una italiana afincada en Nueva York, se apena, rabia por la muerte de un desconocido en las torres gemelas, pero no por escribe con la misma rabia por la muerte diaria de millares de personas en África? De tanta rabia y odio contenido, Oriana no debía haber podido ni escribir lo que escribió.

Y en cualquier caso... ¿a qué viene exaltar el patriotismo? La unidad ante la amenaza externa... ¿No sería más lógico trabajar para entender el problema? Incluso, no sería más útil, mirar los errores propios, solventarlos, para ayudar al prójimo. Intentar descubrir por qué se ha llegado a esta situación e intentar resolverla... Trabajar con las personas (los que lo hicieron, los que no lo hicieron, los que ayudaron, los que lucharon contra ello, ...) en vez de contra los grupos (musulmanes, islamistas, hijos de Alá).

El científico loco se levanta de su sillón. Camina de vuelta a su sótano de dónde los sonidos indican que su experimento ha acabado. Mientras, menea la cabeza jurando no entender ciertas personalidades. Pronto descubre que son más sencillos los misterios de la mecánica cuántica, que los de ciertas mentes humanas.

 

No me creo que esté haciendo esto

Yo sólo quería ponerle un comentario a mi Clarita y volverme a mi oscuro y lóbrego laboratorio, y mirad como me veo. Por supuesto, hacía tiempo que jugueteaba con la idea de mantener una bitácora con mis nuevos experimentos, pero como tantas ideas (sí, locas) que se me pasan por la cabeza, nunca creí poder llevarla a cabo.

En definitiva, bienvenidos y a ver cuánto nos dura.

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